El Hospital Provincial de Almería pasará a ser Museo del Realismo una vez finalizada las obras que han permitido la restauración del edificio, restauración que se termina en el momento en el que se redacta esta publicación.

Entre otros propósitos, en palabras de uno de los arquitectos responsables, la restauración pretende abrir el edificio al mar.

En la labor de documentación que precede a la creación de la serie documental que aborda el patrimonio cultural marítimo y pesquero del territorio Almería a Levante, territorio que ocupa la costa de los municipios comprendidos entre Almería y Pulpí, hemos dado con una referencia a las obras que se desarrollaron en Almería en tiempos de Primo de Rivera, en el período comprendido entre 1923 y 1929.

El informe, promovido por el Gobierno Civil, responde al título “Almería 1923.1929. Cinco años del Nuevo Régimen”. Este informe, de carácter ejecutivo y propagandístico, nos ofrece fotografías y detalle de las obras que permitieron modernizar el hospital provincial.

La descripción de esta intervención ofrece todo lujo de detalles, transcribiendo literalmente en los siguientes pasajes los mismos, Comenzamos con la exposición de motivos:

“Constituye una obligación mínima de toda Corporación Provincial el atacar con brío y decisión asunto de tan vital importancia como el de la Beneficencia y su secuela las construcciones al mismo fin dedicadas.

Presentóse a nuestra consideración como el tema más importante a tratar, el relacionado con el Establecimiento Hospital Provincial. A la primera ojeada del existente, una impresión dolorosa contristó nuestro ánimo.

Era realmente lamentable, que en el propicio momento no se acometiera con decisión el resolver de un modo radical este asunto, arrancando el Hospital del solar en que hubieran de instalarlo en tiempos pretéritos, para establecerlo en lugar más adecuado, por lo que respecta a seguir un camino de moderna hospitalización.

Mas cuando la Diputación presente ocupó su puesto, encontróse conque ya se habían efectuado gastos en reformar el Hospital existente.

Era lástima por lo tanto esterilizar trabajos y esfuerzos anteriores y por ello desechamos desde los primeros momentos toda idea de traslado, buscando en su lugar una armonía en las iniciativas de reforma del edificio existente, subordinando los intentos a las resultas de un meditado estudio de las necesidades presentes y planeando así mismo lo que el porvenir pudiera demandar, no olvidando de darle un encaje perfecto dentro del marco de un plan técnico de conjunto.

A este efecto se encomendó al Sr. Arquitecto provincial la redacción de los oportunos proyectos de reforma de todas enfermerías del Hospital con el propósito de modernizarlas e higienizar sus servicios y así mismo el relativo a la construcción de un nuevo pabellón destinado a lavadero mecánico.

Ocúpase también el Sr. Arquitecto en los actuales momentos en la redacción de los siguientes proyectos: Nuevo Hospicio que habrá de construirse en una finca próxima al mar; Sanatorio antituberculoso con capacidad para cien enfermos; ampliación de edificio provincial y construcción de dos nuevos pabellones dentro del recinto del Hospital.

Surgió como primera dificultad a nuestro intento la escasez de recursos dentro del presupuesto ordinario, mas no obstante y dentro de una economía y orden siempre aconsejables, acometimos con los recursos de aquel la construcción de dos nuevos pabellones que someramente hemos de reseñar a continuación sin perjuicio de completar la información escrita con fotografías que más elocuentemente puedan evidenciar lo hecho”.