LA VÍA FÉRREA MINERA LUCAINENA DE LAS TORRES-AGUA AMARGA 1/2
La Compañía minera de Sierra Alhamilla promueve a finales del siglo XIX la construcción del del trazado del ferrocarril minero que iría de Lucainena de las Torres a la ensenada de Agua Amarga. El proyecto es obra del ingeniero Cayetano Fuentes.
La compañía fue fundada por el naviero vasco Ramón de la Sota, el empresario alemán O. Kreizner y el empresario británico H. Borner. El objeto de la compañía era explotar las minas de hierro que de un modo precario habían comenzado a explotarse en años anteriores.
El proyecto original se conserva en el Archivo de la Delegación de la Consejería de Obras Públicas de Almería, en la Sección Carreteras, en el legajo 2241.
Encontramos en el Archivo Biblioteca de la Diputación Provincial de Almería fotografías que muestran la estación de Lucainena de las Torres y los hornos de calcinación, restaurados años atrás en la intervención que permitió el trazado de una vía verde para uso excursionista.
De las minas de Lucainena de las Torres se extraía mineral de hierro que se fundía en los hornos de calcinación.
El plano, distribuido en siete secciones, nos permite observar la toponimia de los puntos que se encuentran próximo al trazado, también el punto en el que el trazado pasa de un municipio a otro: de Lucainena de las Torres a Níjar, limitando con el municipio de Carboneras en el último tramo del recorrido, el que concluye en la ensenada de Agua Amarga.
Encontramos en el portal “Ferroviarios”, información detallada de la línea ferroviaria.
Por R.O. del 15 de julio de 1894 (Gaceta de Madrid, 16.06.1894) se autorizó al Gobierno para conceder un Ferrocarril económico desde Lucainena de Las Torres a la ensenada de Agua Amarga, sin subvención del Estado a la Compañía Minera de Sierra Alhamilla. Se declaró de utilidad pública a efecto de las expropiaciones necesarias para su construcción. La línea se construyó de acuerdo con el proyecto de Eduardo Aburto, firmado en mayo de 1894 por Cayetano Fuentes, recibiendo el 28 de octubre de 1894 el informe favorable de la 4ª División de Ferrocarriles, otorgada la concesión en 1895, por un periodo de 99 años, de acuerdo con la Ley Especial de 15 de junio de 1894 que declaró la línea de utilidad pública a efectos de la expropiación forzosa, ajustándose al pliego de condiciones aprobado por la R.O. de 16 de febrero de 1895.
Una vez concluidos los tramites sobre la construcción de la línea, y para llevarla a cabo se solicitó a la Administración que se habilitara la ensenada de Agua Amarga, para el desembarque de material destinado al ferrocarril, y también para el embarque del mineral procedente de las minas. La solicitud fue atendida por el Ministerio de Hacienda, dejando la vista de Aduanas de la ensenada de Sierra Amarga, dependiente de la Aduana de La Garrucha (Gaceta de Madrid, 17.08.1894).
Las obras de construcción dieron comienzo en septiembre de 1894, quedando terminado el muelle del embarcadero de Agua Amarga en 1895, concluyendo la instalación de la línea en marzo de 1896. A partir de aquel momento se expidió el primer cargamento de mineral acumulado en los depósitos de Agua Amarga, en mayo del mismo año a bordo del vapor “Albia”. El costo de la línea fue de 100.000 pesetas por kilómetro, incluyendo el material móvil, arrojando una inversión total de 3.675.000 pesetas.
La línea partía de Lucainena de Las Torres, donde se ubicaban talleres, dirección, depósito de material, almacenes y la central eléctrica accionada a vapor, recibiendo el mineral en aquel depósito a través de un gran plano inclinado llamado “Barruncho” al que accedía un ferrocarril auxiliar que recogía el mineral de la parte alta de las explotaciones. Adaptando con el tiempo nuevos ramales a las nuevas explotaciones y a los hornos de calcinación.
Las líneas mineras y la general eran de 75 mm de ancho, la línea general era de 36.208 ml, alcanzando los 39 kilómetros si se añaden las vías de servicio.
En 1911 se pensó en establecer un cable aéreo auxiliar en la estación de Camarillas, estudiando paralelamente un ramal ferroviario auxiliar, ninguno de estos proyectos se llevó a cabo.
Estas minas pese a no ser de la calidad que se esperaba, la buena administración de Sota y Aznar, las situó como ejemplo a seguir por otras instalaciones de su tipo. En 1902 añadieron el socavón de “Cantona”, situado a un nivel inferior de 58 metros respecto de los demás, en un nuevo campo que posiblemente permitiría añadir 1.500.000.Tm de carbonatos. La producción en 1901 ascendió a 167.762 Tm de las que 92.381 fueron de campanil, y 44.334 de carbonato calcinado, siendo el resto mineral acopiado para calcinar. Esto permite confirmar que desde el inicio de la explotación en 1896 se han producido 900.000 tm de mineral La buena gestión permitió en 1902 contar con una amortización 2.405.523 pts del costo total de las instalaciones que se cifraban en 4.883.453 pts. No obstante resultar muy cara su extracción (7,73 pts Tm).
La Asociación de Desarrollo Pesquero Costa de Almería promueve este proyecto en el marco del plan de acción propio de su Estrategia de Desarrollo Local. El proyecto Almería a Levante III es financiado por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP) de la Unión Europea en un 85 %, correspondiendo el 15 % restante a la Junta de Andalucía.
Manuel C. Rodríguez Rodríguez. Dirección-Documentación-Guion de la serie documental «Almería A Levante»