Antes de llegar al Playazo de Rodalquilar encontramos la Torre de Alumbres.

Esta torre servía para vigilar el posible expolio de las minas de alumbre que existía en Rodalquilar, cerca de la misma torre.

Se levantó a principios del siglo XVI por Francisco de Vargas, quien obtuvo la concesión de todas las minas de alumbre del Obispado de Almería.

Catalogada como Bien de Interés Cultural. Como en el caso de tantos otros, merecería una mayor atención.

En 1520 las sesenta personas que habitaban este poblado minero fueron secuestradas por una expedición de 500 argelinos.

El alumbre fue fundamental para la fijación de los tintes en la ropa, principalmente. Además, ha servido como materia prima de cosméticos o medicamentos, entre otros usos. También servía para elaborar vidrio

Además, servía para la elaboración de vidrio y tenía un uso medicinal, para curar heridas pequeñas.

Años más tarde, los restos rojizos del alumbre sirvieron como componente del tabaco denominado almagra.

En los siglos XV y XVI fue un material muy valorado, dando lugar a alianzas internacionales para controlar su explotación.

Por ejemplo, sabemos en que los marqueses de Villena y de Los Vélez explotaron el alumbre de las minas de Mazarrón (Región de Murcia) en los siglos XV y XVI, asociándose con el Papa para exportarlo.

Esta torre sirvió también de cárcel de Cabo de Gata.