1934, INAUGURACIÓN DE LA CANTINA ESCOLAR DEL PÓSITO DE PESCADORES DE GARRUCHA.
El edificio del pósito de pescadores de Garrucha se sitúa en el malecón, ese que en Garrucha sirve arteria, como lo hace la Calle Mayor, marcando ambas arterias el ritmo de una localidad que no se entiende sin el mar.
Cuando paseamos por ciertas calles o frente a ciertos edificios recibimos impresiones que derivan en emociones. En ocasiones el lugar nos resulta indiferente, en otras nos parece bello, incluso podemos caer en el síndrome de Stendhal o/y llorar de emoción. En ocasiones el lugar nos lleva a imaginarnos un tiempo que fue y la historia e intrahistoria que encierra y sugiere el espacio observado.
El edificio del pósito de pescadores de Garrucha es un lugar que encierra una historia y sugiere una intrahistoria, es un lugar que no permite quedar indiferente y que para las gentes de la mar de Garrucha contendrá un significado especial.
La historia de Saralegui, de los pósitos, del nacimiento del Instituto Social de Marina y de la innovación social introducida por los pósitos de pescadores ha merecido otras dos publicaciones.
Sin embargo, en el proceso de documentación que permite llegar a estos contenido encontré una referencia en el número de la revista “España marítima y pesquera” publicado a finales de 1934 en la que localicé una ventana que me resultaba familiar. Se trata del interior de la ventana del pósito de pescadores, espacio en el que me había fijado en mis visitas de trabajo de campo a Garrucha.
La sección de la revista es escrita por Teófilo González Calatrava, su título es “Página pedagógica”. Considero que la noticia merece ser reproducida literalmente, reproducción que aparece al final de esta publicación.
El pie de foto se refiere a la inauguración de la cantina escolar y a la organización de la misma por el maestro de escuela nacional de orientación marítima de Garrucha, el señor D. Juan Siles.
En la fotografía se adivinan las caras de alumnos y alumnas. En el fondo un grupo de mayores que parecen acompañar a las autoridades o que se encargan de diferentes tareas en el pósito de pescadores de Garrucha.
He vuelto a Garrucha después de encontrar esta fotografía, descubrimiento que me lleva a volver la vista hacia este pósito que, ya antes, me resultaba interesante, incluso emocionante.
“SABIDO es que en nuestros días se han multiplicado, en todos los países del mundo culto, las obras de protección y defensa de la salud y de la educación de la infancia, hasta el punto de que bien podemos llamar, con Ellen Key, al siglo actual el «siglo de los niños».
La preocupación por ellos es constante, y es la Sociedad de Naciones, recogiendo esta concepción exaltadora de los hombres y mujeres del mañana, la que acuerda una Carta, aceptada por la mayoría de los pueblos civilizados, declarando los derechos inalienables de la infancia.
Entre las indicadas obras de protección a los niños, que, naturalmente, tienen su mayor desarrollo en los centros docentes primarios, dando a éstos el verdadero significado que tienen, figuran las llamadas cantinas escolares, que, si debieran funcionar en todas las escuelas, con mucha más justificación en aquellas de carácter público o nacional, a las que asiste, en general, la infancia desvalida.
En estas escuelas primarias- sostenidas con fondos del Estado de la Provincia o del Municipio, o con el esfuerzo de asociaciones de tipo cultural y benéfico o mediante Fundaciones de la munificencia particular—, lo mismo en las enclavadas en núcleos urbanos que en poblados rurales, el establecimiento de las cantinas escolares es algo enteramente indispensable, no ya sólo en sentido de humanidad y de asistencia social, sino como un instrumento del más alto valor educativo, facilitando a los niños la permanencia en el ambiente de las clases y bajo la influencia de sus Maestros, favoreciendo la adquisición de hábitos que pudieran neutralizar la posible acción antieducadora de la calle, del arroyo y acaso del mismo medio familiar; estableciendo lazos de afecto entre los niños y su escuela.
Por eso no podemos menos de registrar en esta «Página» cuadros tan interesantes y aleccionadores como nos brindan, en éste y en otros diversos aspectos pedagógico-sociales, las escuelas primarias de las costas de España, las escuelas de los Pósitos y de Orientación marítima que dirigen entusiastas y cultos Profesores, entregando a las mismas el sano optimismo de sus talentos, entusiasmos y afanes.
Y lo mismo que en Galicia y en otras regiones del litoral del Norte, puede verse en las zonas ribereñas del Sur de España.
Dígalo si no, la fotografía que con este trabajo publicamos, de la cantina escolar que funciona en estos meses de invierno en la Escuela nacional de Orientación marítima del Pósito de Pescadores de Garrucha (Almería), donde los niños y las niñas, en alegre y dichosa paz, bajo la vigilancia de sus Maestros y de la Junta tutelar del Pósito infantil, se sientan a la mesa, que no es sólo sustento corporal, sino expresión bienhechora de verdadera fraternidad y de una grandiosa y aleccionadora comunión de las almas… “
La Asociación de Desarrollo Pesquero Costa de Almería promueve este proyecto en el marco del plan de acción propio de su Estrategia de Desarrollo Local. El proyecto Almería a Levante III es financiado por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP) de la Unión Europea en un 85 %, correspondiendo el 15 % restante a la Junta de Andalucía.
Manuel C. Rodríguez Rodríguez. Dirección-Documentación-Guion de la serie documental «Almería A Levante»