LA VÍA FÉRREA MINERA LUCAINENA DE LAS TORRES-AGUA AMARGA 2/2
La estación de término del ferrocarril minero que partía de Lucainena de las Torres, terminaba en la ensenada de Agua Amarga. La última sección del plano trazado por el ingeniero Cayetano Fuentes muestra el detalle del trazado que, en estado ruinoso, podemos observar en nuestra visita a este extremo del municipio de Níjar.
Los vagones de mineral cubrían un recorrido de unos 36 kilómetros. Entre los puntos kilométricos 34 y 35 el tren superaba el Barranco de La Marquesa. Entre éste y el 36 el tren superaba el camino a Carboneras.
Las trincheras del trazado resultan evidentes cuando nos detenemos en este punto que es frontera entre los municipios de Níjar y Carboneras.
Es en este punto cuando podemos ver los restos de los depósitos del mineral, las distintas dependencias, los restos de un horno y, al fondo, la estructura que daba asiento al cantiléver, el tipo de puente que permitía embarcar el mineral.
Desde la playa de acceso a una antigua almadraba y en la que existía un puesto de carabineros, como indica el plano que firma Cayetano Fuentes el 1 de julio de 1896, se observa el trazado del plano inclinado que permitía el tránsito de materiales.
La visita a este lugar debe ser cautelosa, por la existencia de desniveles y oquedades que, ante tanta belleza, pueden pasar desapercibidos.
El último servicio de este embarcadero se documenta en el año 1942, el barco que cargó el mineral se denominaba Bartolo.
Retomamos la información del portal “Ferroviarios”:
En el embarcadero de Agua Amarga, se disponía de una línea de carga de 600 mm de ancho con unas 20 vagonetas de 2,8 Tm de carga cada una de ellas.
El transporte de mineral suponía, en 1901, un costo de 0,025 pesetas/tonelada/kilómetro y el embarque 0,123 pesetas, cifras bajas en consonancia con el precio del carbón en 1900, la administración de aquel ferrocarril fue ejemplar, hasta el punto de llegar al reparto de dividendos del orden del 24%, consiguiendo altas rentabilidades entre 1896 y 1910, descendiendo paulatinamente con posterioridad, quedando estabilizada la explotación hasta 1931.
En esta zona de explotación, la sociedad Sota y Aznar aplicó la misma filosofía que habían adoptado en sus explotaciones de Setares (otras minas de su propiedad), creando una explotación integral, de manera que desde el laboreo en las minas, su transporte por ferrocarril, el embarque y el flete hasta destino, incluso las comisiones de la venta, quedaban en poder de Sota y Aznar. Si bien en Sierra Alhamilla los rendimientos fueron inferiores a los obtenidos en Setares.
Finalmente se suspendió la actividad el 12 de septiembre de ese año al estancarse la exportación de mineral. Suspendida prácticamente la actividad entre 1936 y 1939 en que terminó la contienda civil española, las minas fueron gestionadas por los obreros sin grandes resultados por la baja explotación. Terminada la contienda la línea tuvo que ser remodelada venciendo los destrozos causados en la misma, e inspeccionada por el Estado.
La incautación por el Estado de las minas, la falta de gestión directa de Ramón de la Sota, fallecido en 1936 y la escasa rentabilidad que ofrecían los restos mineros, llevaron al consejo de administración a suspender la actividad en su reunión del 12 de septiembre de 1941. Cesando en 1942 la actividad con la carga del último vapor, el “Bartolo”, en Agua Amarga. Siendo desmanteladas las instalaciones de la línea, pasando a ser vendidas las locomotoras.
Esta publicación complementa a la publicación LA VÍA FÉRREA MINERA LUCAINENA DE LAS TORRES-AGUA AMARGA 1/2
La Asociación de Desarrollo Pesquero Costa de Almería promueve este proyecto en el marco del plan de acción propio de su Estrategia de Desarrollo Local. El proyecto Almería a Levante III es financiado por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP) de la Unión Europea en un 85 %, correspondiendo el 15 % restante a la Junta de Andalucía.
Manuel C. Rodríguez Rodríguez. Dirección-Documentación-Guion de la serie documental «Almería A Levante»