Es nieta, hija, hermana y esposa de pescadores. Nacida y criada en Cabo de Gata, por ser mujer nunca se le pasó por la cabeza embarcarse, aunque siempre estuvo pegada a su padre ayudando en todo lo relacionado con el barco y el pescado. Es una mujer de carácter fuerte, aunque se ríe con mucha facilidad. La vida le jugó una mala pasada dejándola viuda con sus hijos pequeños, pero lejos de dejarse arrastrar por la pena se puso al mando de su familia y como los buenos patrones de lavá como era su padre, organizo el negocio familiar apoyándose en su hijos.
De las primeras mujeres que iban a la lonja de Almería a comprar, siempre ha sido muy respetada por sus compañeros. Incluso tenía fama de saber comprar muy bien. Había aprendido a ver las marcas en el pescado que traía su padre a casa y sabía qué pescado elegir.
Reconoce agradecida que recibió mucho apoyo de todo el pueblo cuando enviudó y que sus hijos mayores también le hicieron las cosas más fácil
Ha sido muy feliz en su negocio, le gustaba ir a comprar, montar su puesto, atender a la clientela, y todo lo que tenía que ver con la venta del pescado. No se hubiera jubilado nunca, pero sus hijos la convencieron de que se había ganado una vida más relajada y así lo hizo.
Se le ilumina la cara cuando dice que su hijo, el más pequeño, aunque estudió y podría haberse dedicado a otra cosa eligió continuar con su negocio. Ahora pasa cada día por el que fue su negocio y mantiene el contacto con parte de su clientela de toda la vida.