De esta familia de pescaderas, Antonia es especialmente profesional, la que mejor conoce el pescado y la que lo maneja con más pericia. De las tres hermanas, es la que nunca se ha desvinculado de la pescadera familiar. Nunca tuvo dudas de que este era su sitio y que aquí, junto a su hermano y continuando con la empresa familiar, es donde quería estar. Es generosa y se presta a mostrarnos cómo se prepara cualquier ejemplar. Por complicado que sea, ella lo hace fácil, nos dice su clientela.
Sus hermanas también reconocen que es la que más sabe, pero ella es tímida, y no le gusta alardear de su capacidad. Nos pide no salir en las cámaras y nosotros la respetamos. Aun así, no podemos dejar de reconocerle, aunque sea con unas líneas, su profesionalidad, su generosidad y su humildad. ¡Gracias Antonia!