Es habitual oír hablar de cocina y productos kilómetro cero, también de cocina de proximidad. Además, son muchas las excursiones o visitas turísticas que encuentran en la gastronomía su principal motivación.

Cuando visitamos el mercado de abastos de Almería, la plaza o el mercado central, como también se conocen, observamos las reacciones de turistas ante los pescados y mariscos que allí se presentan.

Además, la vinculación al origen amplifica la experiencia de compra en lo que lo expertos han denominado cadena de influencia. Para comprender esa cadena podemos atender a las explicaciones de Francisco Tijeras, en Almería y también a las que ofrecen José Carlos y José «el Mero» en Garrucha.

Otras iniciativas han llamado la atención en este viaje de Almería a Levante. Es el caso de la iniciativa «Pescados con arte», iniciativa que desarrolla la Asociación de Pescadores Artesanales Cabo de Gata-Níjar (PESCARTES) para poner en las capturas de bajo valor comercial. También encontramos en la lonja de Almería  la experiencia «Del barco a la mesa», venta on-line desarrollado por la Organización de Productores Pesqueros de Almería (OPP71) .

Son muchas las comidas de avío, en tierra, y las de rancho, en la mar, que suman a su valor gastronómico aspectos etnográficos que no son desdeñables por auténticos y antrópicos.

Además, el uso de productos de proximidad contribuye a la lucha contra el cambio climático, al ser menores las emisiones de CO₂ relacionadas con el transporte de alimentos.

En definitiva, la puesta en valor de los pescados, moluscos y mariscos capturados en caladeros próximos y su interpretación son elementos valorados por quienes los consumen, especialmente en segmentos relacionados con el slow food.