VOLVER AL MERCADO Y A LA COCINA, EDUCAR A LA INFANCIA… LA VISIÓN DE UN NUTRICIONISTA SOBRE EL PESCADO FRESCO
Ángel Rueda es un dietista y nutricionista almeriense afincado en Dinamarca. Desde hace algunos años enseña a sus pacientes a cambiar algunos hábitos para comer mejor y de manera más saludable. Lo hace online, desde su consulta Que no te cuenten calorías, en la que aplica un método que probó en sus propias carnes para dejar kilos y en el que nunca falta una buena dosis de humor.
Una de las claves en las que insiste en sus charlas y post es en la importancia de volver a los mercados y a las cocinas. Nos hemos interesado por conocer su opinión sobre los pescados frescos de proximidad en una dieta saludable.
El nutricionista almeriense tiene claras las causas por las que el pescado fresco no está en muchos hogares: “La falta de tiempo, las pocas ganas y sobre todo la nula educación gastronómica junto a la idea errónea de que el pescado es muy caro, han hecho que cada vez se consuma menos este tipo de producto”.
A juicio de Ángel Rueda “la alimentación se desplaza. Unos alimentos desplazan a otros, comer basura nutricional hace que dejes de comer alimentos de calidad y eso pasa con el pescado”. Por eso él quiere “hacer hincapié en lo que se pierde la gente que no come pescado fresco”.
Para este experto “los beneficios de comprar pescado fresco y de proximidad empiezan en la economía de tu ciudad, favoreciendo el comercio local, por si fuera poco, el hecho de ir a comprar a tu pescadería de barrio te ahorrará que metas en el cesta de la compra alimentos innecesarios que te ofrecen en el súper y que compras por inercia sin prestar atención”.
Como Ángel es una bestia social, disfruta teniendo trato con el pescadero del barrio. Para él “eso ya es de premio. Confiar en el profesional, que te aconseje la mejor materia prima, que te ofrezca el pescado más fresco y que te de tips para cocinarlo de diferentes maneras es algo que no tendrás en una gran superficie”.
Y además de la compra de proximidad, el nutricionista afincado en Dinamarca considera que volver a las cocinas también es vital: “Aprender a cocinar con pescado fresco nos va dar un plus de placer gastronómico. Saber adobar, hacer un escabeche o unos boquerones en vinagre es nivel pro y le sacas un partido extra a tu materia prima, ahorrando dinero y ganando tiempo y planificando tu menú semanal”.
A las familias con hijos, Ángel Rueda les recomienda “enseñarles a preparar el pescado, cocinar con ellos, hacerles partícipes de sus propias recetas, hará que tus hijos tomen conciencia de que el pescado fresco es un plato más del menú semanal”. Este almeriense, que tiene dos hijas, considera que si a los pequeños de la casa no les gusta el pescado es “porque no se han divertido, comprándolo, cocinándolo y comiéndolo”.
La última frase que nos deja Rueda en esta interesante conversación no tiene precio: “Un calamar en aceite, una marraná de pulpo, unas gambas de Garrucha, una sopa de pescado o esos boquerones fritos que nos comemos con las migas, si se compran en el barrio, se cocinan en casa y se comen en familia, tiene más salud que las tres primeras plantas del Torrecárdenas”.
El proyecto Almería a Levante III. Patrimonio Gastronómico es promovido por la Asociación de Desarrollo Pesquero Costa de Almería, siendo cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (85 %) y por la Junta de Andalucía (15 %).
Curro Lucas. Comunicación Gastronómica y Community Management · @CurroLucas